jueves, 30 de agosto de 2007

Movimiento Humanista






El momento actual
Hoy, el Movimiento trabaja para dar un gran salto de escala hacia los grandes conjuntos humanos en todas las latitudes, para cumplir con la misión para la que fue creado: influir en el curso de los acontecimientos para que el ser humano pueda salir de esta prehistoria, marcada por la violencia, la injusticia y la explotación y empezar a escribir su verdadera historia, plena y cálidamente humana.

Esto lo hará potenciando al máximo todo lo acumulado hasta hoy: la difusión de sus ideas, la acción de sus organizaciones en todos los campos de actividad humana y la fuerza organizativa de su estructura, acompañada por grandes conjuntos de adherentes, simpatizantes y colaboradores.

Actualmente el Movimiento Humanista se encuentra en 102 países trabajando con dos millones de personas.




Puntos básicos del Movimiento Humanista
Estos seis puntos del Humanismo constituyen para nosotros, la base de nuestra doctrina social y de nuestro compromiso de acción en el mundo.

Propicia la ubicación del ser humano como valor y preocupación central, de tal modo que nada esté por encima del ser humano, ni que un ser humano esté por encima de otro.


Afirma la igualdad de todas las personas y trabaja por la superación de la simple formalidad de iguales derechos ante la ley avanzando hacia un mundo de iguales oportunidades para todos.


Reconoce la diversidad personal y cultural afirmando las características propias de cada pueblo y condenando toda discriminación que se realice en razón de las diferencias económicas, raciales, étnicas y culturales.


Auspicia toda tendencia al desarrollo del conocimiento por encima de las limitaciones impuestas al pensamiento por prejuicios aceptados como verdades absolutas o inmutables.


Afirma la libertad de ideas y creencias.


Repudia no solamente las formas de la violencia física sino todas las otras formas de violencia económica, racial, sexual, religiosa, moral y psicológica, como casos cotidianos arraigados en todas las regiones del mundo.
La propuesta Humanista rescata la dimensión existencial, afirmando el derecho de cada ser humano de preguntarse por el sentido de su vida.

En la filosofía humanista, el ser humano aparece abierto al mundo, viviendo entre contradicciones impuestas y con la posibilidad de elegir su vida, de elegir su intimidad y de elegir su ideal social, su lucha, o su inacción. Es decir, elegir la dirección que quiere imprimir a su vida. Por eso el tema más importante es saber si se quiere vivir y en qué condiciones hacerlo.

La participación en el Movimiento está abierta a cualquier persona, ya que cuando alguien coincide con las propuestas Humanistas puede ser parte activa de la organización y expansión del Movimiento.


La transformación social y la transformación personal
Estas son las preocupaciones centrales del Movimiento: la transformación personal y la trasformación social, es decir, cómo es que el ser humano y la sociedad pueden desarrollarse. Aquí no se entiende a 'mi vida' como separada de lo que ocurre en el mundo, más bien lo contrario: no hay posibilidad de que el mundo se transforme si no ocurre lo mismo con uno mismo.

Expliquemos esos puntos brevemente. Toda persona, y esto es universal para el ser humano, aspira a ser feliz. Esto es así, pero resulta que no está claro qué cosa es eso de la felicidad. Pareciera que no es un jabón, un objeto material. Más pareciera que la felicidad es un estado, una forma de sentirse. De manera que en el Movimiento trabajamos en esa dirección, la superación del sufrimiento, con la intención de esclarecernos sobre nosotros mismos, sobre la dirección y el sentido de nuestra propia vida.

En cuanto a lo social, no pensamos que aquí las cosas sean como en la naturaleza, donde las plantas crecen con sol y agua, que están ahí quietitas, ...que si los perros, que si los gatos, que si la fuerza de la gravedad, etc., todos son fenómenos del mundo natural, con sus leyes bien estudiadas, de las que ya se sabe bastante bien cómo funcionan. En cambio, lo social es historia, va cambiado, viene cambiando y nada hace suponer que se detenga. Basta abrir algún libro de historia y ver que hubo épocas de esclavitud, de grandes imperios, de reyes y nobles, poderes religiosos, revoluciones tecnológicas… de todo. El Estado mismo es una figura bastante reciente en la historia. De manera que nada aquí se parece a la naturaleza, donde todo es siempre igual.

¡Y aquí es donde empezamos a encontrarnos con conflictos!

La sociedad, que está constituida por personas, no se organiza al servicio de esas personas. Se organiza al servicio de otras cosas, por ejemplo del dinero, de la multiplicación del dinero, de los buenos negocios, de la producción, o del consumo.Y al organizarse al servicio de otros asuntos que no son las personas, pues se produce esto de que no existen ni iguales derechos, ni iguales oportunidades para todos. La vida queda totalmente condicionada a la situación en la que se nace. No es lo mismo nacer en la opulencia que en la miseria; no es lo mismo nacer con piel clara que oscura, mujer u hombre, en la gran ciudad o en el campo. Estos 'accidentes' me facilitarán o me impedirán mi desarrollo. Claro que esto tampoco es natural, pero lo importante es que las personas no tienen los mismos derechos y, menos todavía, las mismas oportunidades.

Los humanistas queremos otro mundo. Queremos un mundo nuevo, al servicio de las personas. "Nada por encima del ser humano, y ningún ser humano por debajo de otro", es una idea fuerza que sintetiza muy bien este concepto.

Es tiempo de que todos los humanistas del mundo nos juntemos y nos pongamos a trabajar por un mundo nuevo. ¿Quién sino lo va a hacer? ¿Quién sino tú vas a poder resolver tus temas? ¿O acaso estamos esperando que nos toque la lotería, o que la mujer o el hombre de nuestra vida llame a nuestra puerta? O nos hacemos cargo nosotros, o nos puede ocurrir como a distintos pueblos en la historia: desaparecer de la faz de la tierra.

El Movimiento trabaja y crece en distintos campos: en lo social, en el barrio, en las escuelas, en las universidades, en los lugares de trabajo... Se expresa en lo político, en el campo de la acción social, de la cultura, el arte... El humanismo crece y se desarrolla en diferentes culturas y continentes. El Movimiento es no-violento y no-discriminatorio. Todas nuestras actividades tienen por centro a las personas y el objetivo de seguir construyendo una gran fuerza social internacional.

Esta es la invitación que tenemos para hacerte.

Si crees que ya está todo terminado, que no es posible una sociedad justa; si ya casi no quieres hablar con otros, si prefieres quedarte encerrado en casa esperando que algo pase., entonces esto no es para ti.

Si sientes que ya está bien, que es hora de tomar la sartén por el mango, de tomar tu vida en tus manos, que no es posible un desarrollo si no es de todos y para todos , si sospechas que eres mucho más que un número o una hormiga, si sientes que la fuerza de todo está en la gente y que no puede continuar la monstruosidad de un mundo antihumanista, éste es el intento que vale la pena vivir porque es la continuación de las mejores aspiraciones de la gente buena que nos ha precedido. Es el intento que vale la pena vivir porque es el antecedente de las futuras generaciones que transformarán al mundo.






El ser humano
El Movimiento basa su concepción en el pensamiento Siloísta, cuyos puntos principales son los siguientes:

El ser humano, antes de pensar respecto de su origen o destino, se encuentra en una determinada situación vital. Situación que no ha elegido. Así, nace sumergido en un mundo natural y también social, plagado de agresiones físicas y mentales que registra como dolor y sufrimiento. Consecuentemente, se moviliza tratando de superar el dolor y el sufrimiento.

En este mundo, nace cada ser humano. Un mundo en que el propio cuerpo es parte de la naturaleza y un mundo no natural, sino social e histórico. Es decir, un mundo de producción (de objetos, de signos), netamente humano, un mundo humano en el cual todo lo producido está cargado de significación, de intención, de para qué. Y esa intención es, en última instancia: superar el dolor y el sufrimiento.

La historia de la humanidad: de su economía, de su política, de su ciencia, de su arte; es la historia de la lucha contra el dolor y el sufrimiento. Y es esa lucha, el motor del progreso humano.

Con su característica ampliación del horizonte temporal, el ser humano puede diferir respuestas, elegir entre situaciones y planificar su futuro. Y es esa libertad la que le permite negarse a sí mismo, negar aspectos del cuerpo, negarlo completamente (como en el suicidio), o negar a otros. Esta libertad ha permitido que algunos se apropien ilegítimamente del todo social. Allí está la esencia de la discriminación, siendo su metodología la violencia física, económica, racial y religiosa. La violencia puede instaurarse y perpetuarse gracias la manejo del aparato de regulación y de control social, esto es: el Estado.

Necesariamente, aquellos que han reducido la humanidad de otros han provocado con eso, nuevo dolor y sufrimiento. Por esto, humanizarse es salir de la objetivación (de las condiciones objetivas) para afirmar la intencionalidad humana.

Es sin duda, el futuro, el tiempo que prima en el quehacer humano, el que modifica al presente y el que posibilita toda revolución y todo cambio. Por consiguiente, no basta con la presión de condiciones objetivas oprimentes para que se ponga en marcha el cambio, sino que es necesario advertir que tal cambio es posible y depende de la acción humana.

Esta lucha no es entre fuerzas mecánicas. No es un reflejo natural. Es una lucha entre intenciones humanas. Y es esto, precisamente, lo que nos permite hablar de opresores y oprimidos; de justos e injustos; de héroes y cobardes.
Esto es lo único que permite rescatar la subjetividad personal y es lo único que permite practicar con sentido, la solidaridad social y el compromiso con la liberación de los discriminados, sean estos mayorías o minorías.




No bastará decir “el hombre es el animal social”, porque otros animales también lo son. Será incompleto definirlo como fabricantes de objetos, poseedor de lenguaje, etc. En la doctrina Siloísta, el hombre es el ser histórico, cuyo modo de acción social, transforma a su propia naturaleza.

Reconociendo que todo ser humano se encuentra en situación y que esta situación se da en el mundo de lo natural (cuyo exponente más inmediato es el propio cuerpo), al par que en el mundo social; reconociendo las condiciones de opresión que algunos han establecido al apropiarse del todo social, se desprende una ética de la libertad; un compromiso querido de lucha no sólo contra las condiciones que me provocan dolor y sufrimiento, sino que le provocan a otros. Porque la opresión a cualquier ser humano, es también mi opresión. Su sufrimiento es el mío y mi lucha es contra el sufrimiento y aquello que lo provoca.

Una corriente de pensamiento organizada
Para ser eficiente, cada organización, asociación o lugar de trabajo tienen su organización. Sin embargo, los modelos existentes de organización no dan respuesta a las necesidades de las personas que quieren implicarse en el campo social. Se puede observar el desinterés de la gente hacia instituciones, asociaciones o grupos políticos. El Movimiento Humanista trae una nueva respuesta a la necesidad de organización.



LA FUERZA SOCIAL DEL MOVIMIENTO
El Movimiento Humanista une a la gente de diferentes culturas, edades, contexto social y creencias. El motor de esta fuerza social se organiza en una estructura de base humana que representa aproximadamente el 10% de los miembros. Todos, sin excepción, son voluntarios.

Los miembros de la estructura participa de las reuniones semanales, que aseguran una continuidad en el desarrollo de las acciones, y la participación en la colecta económica semestral del Movimiento Humanista. Los adherentes o los colaboradores participan en las acciones según su disponibilidad, una vez o con regularidad, sin un compromiso fijo.

La estructura se organiza en Consejos que tienen valores comunes, un proyecto, un modo organizativo y una estrategia de acción en el mundo. Cada Consejo desarrolla sus propias actividades según sus capacidades humanas y organizativas, sin límites geográficos. Cuando varios consejos actúan en el mismo país, coordinan sus acciones nacionales. Las acciones y las campañas varían de un país, una ciudad, un barrio, a otro, relacionadas con las necesidades descubiertas por los miembros en cada lugar.

Primero, cada miembro es un delegado de grupo. Tan pronto como uno inicia el propio grupo, uno lo orienta y coordina las actividades. Cuando un equipo se configura con diez miembros (mínimo), el delegado de grupo se hace delegado de equipo.

En cada equipo un delegado de grupo asume la función administrativa, es decir: a) hace circular la información y b) distribuye los materiales necesarios para el desarrollo del equipo (libros, peticiones, forma de ingreso...); otro delegado de grupo asume la función de apoyo a fin de: a) transmitir los temas de desarrollo personal y b) explicar a los demás miembros el sentido de lo visto en la reunión semanal. En este sentido, el orientador da fuerza al proyecto, el administrativo el método y el apoyo el sentido; los miembros de la estructura desarrollan la acción, y los adherentes la amplifican.

REUNIÓN SEMANAL: Los miembros (estructura, adherentes, colaboradores) se encuentran una vez por semana a fin de evaluar, coordinar, y planear sus acciones. Una parte principal se dedica a temas de desarrollo personal, relacionado con el proyecto.

AUTOFINANCIACION CAMPAÑA SEMESTRAL Cada miembro de la estructura contribuye a esta campaña con una cuota que varía según el país. Esta autofinanciación garantiza la independencia total del Movimiento Humanista que ni recibe, ni acepta ninguna contribución financiera de poderes políticos o económicos. Así, es libre para tomar decisiones y llevar adelante sus acciones. Los frentes de acción, como el Partido Humanista, el Centro de las Culturas, la Comunidad o las asociaciones de vecinos, tienen su propia financiación, independiente de la del Movimiento Humanista.

jueves, 16 de agosto de 2007

sábado, 11 de agosto de 2007

simbolo que se esta proponiendo como emblema de la no-violencia

Este es el simbolo que se esta proponiendo como emblema de la no-violencia, asi triple se ve mucho mejor muy dinamico


muchos saludos de Praga. Como usted sabe, 2 de octubre fue establecido comoDía internacional de la non-violencia. La mayoría de nosotros organizarán un evento durante este día.Aquí en Praga pensábamos que sería agradable organizar también algo comúnque ligaría todos estos diversos eventos de ese día. Proponemos hacer algosimilar al simbolo de la paz, pero usando diverso símbolo. No el símbolo de la paz, sino un nuevo símbolo de la non-violencia.Tuvimos gusto del símbolo que nuestros amigos húngaros organizaron en marzo.Solamente alguna gente comentó que se asemejó demasiado al símbolo deljin-yang. Por lo tanto hemos decidido alterarla un pedacito y hemos agregado un tercer espiral. El símbolo que proponemos esta allegado.Escriban lo que usted piensa de esta idea, este símbolo y si usted tienealgunas ideas mejores.Abrazos grandes de Praga